Historia


Arte del Perú

El arte peruano tiene su origen en las sociedades andinas, ubicadas en la Cordillera de los Andes de América del Sur, que habitaron en el período pre-incaico el territorio que hoy conocemos como el Perú. Actualmente el Perú alberga una de las más extensas variedades de artes y artesanías del mundo que a través del tiempo se han ido enriqueciendo sin perder su originalidad.


Arte Prehispánico

Su estudio se divide convencionalmente en tres períodos cronológicos que comprenden la evolución del mismo: el pre-clásico o de formación, (1500 a. C.-300 d. C.); el clásico o de florecimiento, (300-900); y el pos-clásico (900-1540).

El arte en las sociedades andinas pre-incas e incas respondía a razones políticas, sociales y religiosas, por lo que los objetos artísticos rescatados, hoy presentan un alto valor arqueológico ya que son valiosas fuentes que documentan y permiten conocer la estructura social, política, económica y sobre todo, ideológica de las sociedades que los crearon.


Arte Virreinal

Las primeras Expresiones (1532-1620)

En el campo de las artes, la conquista del Tawantinsuyo interrumpió violentamente las tradiciones autóctonas, que fueron desplazadas con gran celeridad por la cultura visual europea. A diferencia del simbolismo dominante en el arte incaico, la pintura y escultura del Renacimiento impuestos por los conquistadores tenían como ejes la perspectiva y la representación "realista" del mundo visible. Por tanto, no requería de un conocimiento especializado de parte de sus potenciales espectadores, sino que apelaban a la simple mirada.

Durante los primeros años de la colonia, maestros peninsulares organizarían talleres en que indígenas, mestizos y criollos eran instruidos en los diversos oficios artísticos. El grabado europeo en el siglo XVI también contribuyó en dichos procesos de transculturación y evangelización que dieron forma a la sociedad colonial.

En el Perú se conoce como Arte Colonial al período comprendido entre los siglos XVI y XVIII, es decir luego de producirse la ocupación española hasta la etapa de la independencia. Los periodos históricos no tienen una fecha definida de inicio ni de fin pues este va evolucionando con el paso del tiempo.

Durante la segunda mitad del siglo XVI e inicios del XVII, numerosos cronistas escribieron sobre la riqueza mineral y la producción alimenticia del Perú. Lima se convirtió en la capital de los virreynatos españoles, convirtiéndose en una ciudad cosmopolita de gran importancia. Lima y su Plaza Mayor, se convierte en el centro de las grandes ceremonias cortesanas y eclesiásticas (venida de virrey, nacimientos de príncipes en España, fiestas luctuosas, pomposas procesiones) en ellas participan los intelectuales y artistas más renombrados de la época. Durante este periodo sobresale la labor administrativa del Virrey Toledo.

Durante la colonia se podían distinguir dos grandes poderes como era el de la Iglesia que contaba con el 10% de la población total, entre obispos, clero regular, clero doctrinero, prelados, canónigos e inquisidores. La ciudad Lima sería conocida como la ciudad de las iglesias y monasterios por la cantidad de construcciones y personas dedicadas al culto que tenía. Las primeras órdenes religiosas que llegaron a estas tierras fueron los dominicos, mercedarios, franciscanos y agustinos de este modo los primeros monasterios fueron el de la Encarnación (monjas agustinas) y el de Concepción (inicialmente estas monjas se regían por la regla franciscana pero luego lograron autonomía)

El poder civil estaba comandado por el Rey de España o en su defecto del Virrey quien tenía bajo su cargo a los Oidores de la Real Audiencia. Los Encomenderos laicos, mercaderes. El poder militar (también bajo órdenes del virrey) comprendía la guardia del Virrey y los Capitanes generales.


Arte Republicano

Los Inicios de la República

La declaración de la Independencia en 1821 y la victoria de los ejércitos libertadores en Junín y Ayacucho, sellaron el fin de un régimen político de más de tres siglos. Pero el sistema colonial, que había definido las formas culturales de toda una sociedad, de sus costumbres y de sus instituciones, no se deshizo abruptamente con la Independencia. Los cambios tampoco se dieron por igual en todos los campos, ni se efectuaron al mismo ritmo.

La inestabilidad institucional del temprano Estado republicano impidió que se iniciaran proyectos de largo aliento. Las grandes comisiones cesaron abruptamente. Así, los géneros que dependían del poder político y eclesiástico, como la arquitectura, la escultura monumental y la pintura, prácticamente no se renuevan hasta mediados de siglo. Es tan solo en la segunda mitad del siglo XIX que, con los recursos generados por el guano, se emprenden nuevos proyectos. Además, la pintura en los centros, y particularmente en Lima, se renueva bajo la influencia del arte contemporáneo de Francia y de Italia, en busca de una modernidad que pudiera señalar su independencia cultural frente al reciente pasado español. En cambio la pintura creada en la periferia, así como aquella producida para el consumo popular, mantiene elementos de continuidad con sus precedentes coloniales. Así, en los campos donde el Estado y la Iglesia no tenían una participación directa, las formas coloniales se prolongaron por largo tiempo.

La secularización fue una de las consecuencias más evidentes de la ruptura colonial. Pero existe también un abrupto cambio de giro en la geografía del país. La preeminencia de Lima marca, a partir de la Independencia, el sino un centralismo que llega a producir una diferencia notable de desarrollo económico y cultural con respecto al resto del territorio peruano. Una gran parte de este comercio florece con la apertura de los puertos, que fortalece a ciudades como Arequipa, Lima y Tacna. En este proceso, antiguos centros del sur andino como Cuzco y Huamanga pierden su lugar de predominio regional, al quedar marginados de las antiguas rutas comerciales con las regiones mineras del Alto Perú. La penetración de la región amazónica, iniciadas con el periodo anterior desde las ciudades andinas, sufre entonces también un repliegue significativo. Por ello, la rápida transformación de los gustos artísticos que trajo consigo la apertura y la importancia masiva de productos europeos, afecto principalmente a las ciudades costeras.

Esta escisión republicana conduce a desarrollos desiguales, que aseguran las subsistencia e incluso la profundización de grandes diferencias culturales. Se agranda así el abismo entre las artes “cultas”, ligadas a los escenarios internacionales, y las artes “populares”, asociadas a las tradiciones locales de origen colonial. Incluso se puede afirmar que la noción misma del “arte popular” se crea como concepto diferenciado precisamente en este periodo.

Fuera de la capital, el florecimiento de las artes decorativas a lo largo del siglo XIX señala el paso de una producción dirigida por las autoridades. Los historiadores han identificado incluso un proceso de “indianización” republicana, guiado por la recuperación demográfica de las comunidades indígenas, que adquieren mayor autonomía y estabilidad en este periodo. Las tradiciones derivadas de la época colonial, como la pintura devocional, la talle de piedra de Huamanga los mates burilados, la platería, tejidos, queros y otros objetos de uso cotidiano, van construyendo un estilo diferenciado, caracterizado por una vitalidad expresiva. A diferencia de otros géneros, aquí no se dan grandes saltos y ruptura, sino que los nuevos estilos se introducen de manera progresiva, a un ritmo propio, transformándose sutil y gradualmente. Así por ejemplo, elementos neoclásicos se incorporan a la pintura mural, y a las artes decorativas sin trastocar la coherencia de las formas tradicionales.

Los procesos sociales y económicos que se iniciaron con la emancipación política de España contribuyen, sin embargo, a consolidar nuevos ordenamientos sociales, que transforman gradualmente las formas de creación artística. Sobre todo se impone un nuevo mapa cultural, que fortalece la diversidad y establece las grandes diferencias regionales que aún hoy define el panorama del arte en el Perú.


El grabado peruano durante el siglo XX

El grabado es uno de los medios tecnológicos de comunicación más antiguos. Ya por los años 60 el grabado ocupa un lugar importante dentro de las disciplinas artísticas, fue un medio accesible, comercial, identificable y popular, permitiéndose elaborar una amplia gama de estilos. Cuatro años después aparecen los primeros portafolios pop, todos estos elaborados en serigrafía, con estampas y gráficas del artista Roy Lichtenstein, basado en los cómics, historietas, etc, de manera que se genera un ámbito muy comercial.

En estas épocas el aguafuerte era la técnica más utilizada en Europa, en la cual esta tendencia cae a mano de los minimalistas. Ya en 1975 renace y se extiende el interés por la xilografía, afectando también al Perú, de la mano de los indigenistas, cual pionero fue José Sabogal. Igualmente ocurre con las revistas que no tenían la posibilidad de acceder al fotograbado.

11 comentarios:

  1. Este blog tiene muy buena información a cerca de las artes peruanas, tienen otros blogs del mismo tema?

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    2. Sí tenemos otros blogs de este tema, en la parte derecha de este blog encontrarás enlaces que te llevaran a los otros blogs como: Perú artesano o Danzando Perú, donde podrás enriquecer más tus conocimientos.

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  2. Este blog tiene la información muy completa y la necesaria que necesitaba para mi informe.

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  3. Felicitaciones por su esfuezo de realizar un blog acerca de nuestro Perú

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  4. Felicitaciones niñas.

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